Este podcast no se hace responsable por las decisiones que puedan derivarse del contenido aquí compartido. Su propósito es únicamente informativo y no constituye asesoramiento profesional ni comercial.
Vender en Amazon ya no es lo que era. Lo que antes funcionaba hoy puede hacerte perder dinero. Los costos suben, la competencia se multiplica y las reglas cambian todo el tiempo. ¿Cómo adaptarte sin quedar fuera del juego?
Hola, soy Anthony Fernández y te doy la bienvenida a Disciplina Financiera, el podcast donde hablamos de trading y e-commerce junto a los referentes que están revolucionando la industria.
Hoy tengo el gusto de conversar con Alejandro Pérez, un referente con más de 9 años de experiencia, creador del programa Vende como Pro y con más de 80 millones de dólares de ventas en Amazon.
Con él vamos a hablar de un tema que todo vendedor necesita escuchar: los desafíos que hoy presenta Amazon para vender en su plataforma.
Prepárate, porque este episodio va a cambiar la forma de ver el negocio y tus estrategias dentro del marketplace más competitivo del mundo.
Bueno, bienvenidos a Disciplina Financiera. Hoy tenemos a Alejandro Pérez, con más de 9 años de experiencia y 80 millones de dólares vendidos en Amazon. Cuéntanos, Alejandro, cómo ha sido tu trayectoria, cuéntanos tus comienzos, por qué te has metido en este nicho y, en específico, en este modelo de negocio.
Bueno, si te cuento mi trayectoria hablamos aquí por lo menos un año, va a durar este episodio, ¿no? Hay que dividirlo, porque sí, como tú dices, 9 años que han sido un constante cambio, una constante adaptación, así como veníamos hablando ahorita un poquito tras de cámaras.
¿Y por qué me inicié en este mundo? Soy venezolano, me vine de Venezuela hace 11 años, estudié producción audiovisual y cuando llegué a los Estados Unidos, gracias a Dios, tuve la suerte de poder trabajar en mi área y, como digo yo, gracias a las redes sociales, gracias a Instagram. Yo amo Instagram y forma parte… Instagram para mí es algo muy importante dentro de toda mi carrera y ahorita te voy a decir por qué.
Cuando llegué a los Estados Unidos empecé a trabajar en una productora audiovisual, que era lo que yo hacía. Era la primera vez que yo trabajaba para alguien; nunca había trabajado para nadie, ni en Venezuela ni en ningún lado.
Pero allí, ¿quién me dejó ese aprendizaje?
Eran unos emprendedores que estaban montando una plataforma, y la idea estaba como muy en boga en ese momento: el tema de los influenciadores e youtubers. En ese momento empezamos a crear contenido para los influenciadores. ¿Por qué? Porque los influenciadores tenían un tráfico que, al final del día, no monetizaban, ¿correcto?
Entonces la idea de esos emprendedores en aquel momento —que te digo, o sea, yo hoy me volteo y les digo: “Cabrón, hace 10 años era como súper visionario lo que tenían en el momento”— era: “Ok, agarremos influenciadores, les creamos productos y a esas personas que vengan les vendemos, ¿sabes?”.
Entonces ya ahí como que empezó el bichito del e-commerce. En ese momento YouTube no tenía carrito de compra, creo que ni Shopify existía todavía. Era todo el tema de que tenías que desarrollar tu propia plataforma.
Ese proyecto quebró y me botaron de un día para otro.
Uno de los dueños me llama y me dice: “Mira, vamos a montar otra, pero vamos a trabajar con un youtuber durísimo. Es el número uno en habla hispana en todo el mundo, que es Germán Garmendia”. Ya tenía un canal que se llama Juega Germán y tenía dos canales con más de 30 millones de suscriptores en aquella época.
Con él sí logramos crearle una línea de ropa, crear su merch, venderla a través de YouTube. Trabajamos de la mano con el departamento de YouTube. Creamos una plataforma e-commerce desde cero, donde —me acuerdo— nos costó como 500.000 dólares, pero ya era como que del contenido, sin darme cuenta, salté a vender cosas por internet, ¿sabes? Sin haber querido llegar ahí.
Lamentablemente ese proyecto también, por tema de relaciones entre Germán y las empresas y todo eso, se acabó, y yo dije: “Brother, Amazon es el camino. O sea, Amazon te da la infraestructura, no tienes que gastar la plata”.
Ya yo había entendido todo lo que era eso y dije: “No, yo tengo que empezar a vender en Amazon”. Y un día, viendo mi Instagram —por eso te digo— me salió una publicación: “Aprende a vender en Amazon y gana más de 50.000 dólares al mes”. Y yo: “Eso se escucha bien”, pam, y le di.
Y por ahí empecé con todo ese tema de vender en Amazon. Iba a empezar a sacar una marca propia y aquí en Miami había un grupo de personas que se reunían y hablaban de e-commerce y de Amazon, y me dijeron: “Brother, o sea, estás equivocado. El peor error que puedes hacer es empezar a vender en e-commerce, y más en Amazon, creando una marca propia cuando ni conoces la plataforma, cuando no sabes cómo importar, cuando no sabes cómo crear una marca”.
Y yo: “No, claro que sé crear una marca”, porque obviamente yo sabía de video, de diseño, ya venía de lo de Germán y todo, pero me dijeron: “Revende, haz cash flow y después sacas tu marca. Aprende cómo funciona la plataforma”.
Y bueno, así fue como se dio y, literalmente, tampoco tenía la plata para crear una marca. Me acuerdo que tenía como 2.500 dólares en aquel momento para arrancar y empecé viendo videos en YouTube, me reunía… y empecé a revender desde esponjitas desde mi casa.
Me acuerdo que mi primer producto que vendí —lo digo en todas mis redes, en mi canal de YouTube— eran unas brochitas de maquillaje, como unas esponjitas que usan las mujeres con maquillaje. Esos fueron los primeros productos que vendí.
Como venía de trabajar con emprendedores, aprendí muchísimas cosas gerenciales: de inversión, de cómo pensar, de cómo montar un business plan, de cómo ofrecer.
Entonces, claro, cuando yo generé la primera venta de las esponjitas y vi que Amazon me había pagado y podía reinvertir, dije: “Aquí tengo una oportunidad”, porque yo sabía ya que, por lo que estudiaba, podía vender muchas esponjitas de esas, pero no tenía la plata.
Entonces, ¿qué dije yo? “¿Sabes qué? Yo hago un business plan, levanto mi teléfono y llamo a mis amigos con plata”. Y empecé a llamar a mis amigos, a todo el mundo: “Bro, si tienes tiempo metido en ese helicóptero, ¿cómo te va?”. “Yo bien”. “No, aquí está el proyecto listo”. ¡Pum! 40.000 dólares la primera inversión que me dieron.
Y de ahí, brother, no… O sea, 9 años literalmente sin ningún tipo de estancamiento. Como todos los negocios, hay cosas que echan para atrás, que echan para adelante, pero una cosa fue llevando a la otra.
Y luego vino el COVID, y te digo: eso fue como del cielo a la tierra el cambio que pasó con el COVID.
Obviamente muchas personas sufrieron, perdieron cosas con el COVID, pero en mi caso particular, como en el de muchos, me cambió la vida del cielo a la tierra. Lo agarré en un momento en el que yo estaba tan preparado que el COVID hizo que todo el mundo se abocara a comprar online por internet y yo estaba listo para eso.
En ese momento, como te digo, ya vendíamos —no tengo ni la menor idea, brother— algo así como 100.000, 150.000 dólares al mes. Y yo me recuerdo que en marzo de ese año del COVID vendí 750.000 dólares. O sea, fue algo así como… ya veníamos bien, no es que veníamos mal, pero eso fue un salto.
Y de ahí en adelante todo ha sido, gracias a Dios, aprendizajes, reventa de productos… ¿Qué te puedo decir ahí? Tú debes saber bien cómo es ese camino.
Claro que sí. Y, Alejandro, por lo menos cuando tú comenzaste hace 9 años, no eran las mismas políticas que hay ahora. ¿Cómo ha sido la evolución en este tiempo? Cuando tú comenzaste, me imagino que podías hacer arbitrage y ese tipo de modelos de negocio que aún funcionaban. ¿Qué has visto en ese cambio? ¿Cómo ha sido tu evolución en ese aspecto?
Mira, yo con eso… como digo: las reglas cambian en este negocio, y en cualquiera. Lo que pasaba en Amazon hace 9 años no pasa hoy en día.
Hay dos maneras de verlo. La moneda siempre tiene dos caras. ¿Cuál agarras?
Cuando hace 9 años yo empecé, igual existían restricciones, existían restricciones de categorías.
No había nadie que te enseñara cómo hacerlo. Nadie sabía lo que era una factura para Amazon, nadie sabía esto, nadie sabía aquello.
Con los años, yo creo que ellos fueron como aflojando tuercas y Amazon fue perdiendo… Amazon fue perdiendo su norte, creo yo. O sea, se adjudicaron a algo y abandonaron el marketplace, porque al final del día, la lógica del marketplace de Amazon, desde el día cero, es que si tú pones un UPC de un producto, te va a aparecer una sola vez, no como en eBay que te va a aparecer 100 veces.
Con el pasar de los años eso cambió. Tú ponías un UPC y había quien puso un UPC con una franela, otro lo puso con tres fotos, otro con cuatro fotos… Se volvió un asco, huevón, por temas de personas que quizás estaban siendo inescrupulosas.
Entonces, si tú me preguntas a mí, yo he sufrido con las políticas de Amazon, pero también las políticas de Amazon me han hecho ganar más.
Entonces, ¿cuál de los dos lados veo?
¿Por qué? Porque yo estoy dentro de la plataforma. Y tú me dices a mí: “La gente está haciendo cosas malas, deberían sacarla”. Pagamos justos por pecadores, sí. ¿Qué pasa? Pagué ahí, pero ¿sabes qué? Ahora el mercado está más limpio.
Entonces, en mis 9 años eso es cíclico, ¿sabes? Hace 9 años había una manera de empezar, hoy hay otra.
El arbitrage, si tú me preguntas hoy en día, no ha muerto. Ahora bien, el arbitrage no es un negocio para quedarse. El arbitrage para mí es un negocio de inicio, un negocio de bajo riesgo, un negocio de muchísimo aprendizaje, un negocio de muchísimo trabajo, pero es el que te da el conocimiento de cómo poder pasar a wholesale, digamos.
¿Por qué? Porque estás comprando pequeñas cosas al detal y, si te equivocas —que te vas a equivocar, porque todos somos humanos— vengas de la mano mía, vengas de la mano tuya, vengas de la mano de quien sea, todo el mundo tiene derecho a equivocarse, pero te vas a equivocar por muy poca plata.
Como digo yo: falla rápido, pero barato. Eso para mí es el arbitrage: la escuelita para entrar en este negocio.
Ojo, con todo eso, conozco personas hoy en día que venden 100.000, 150.000 dólares en arbitrage y sus porcentajes de retorno de inversión son 40%. Y tú dices: “Eso es un negocio bellísimo, ¿quién se gana 40.000 aquí haciendo arbitrage? No existe”.
Ahora, ¿qué pasa? De ahí no van a poder crecer.
Ya ellos están… ya ellos están en su tope porque nunca supieron delegar, porque tienen las horas del día contadas. Tienes ese tipo de problemas.
Considero que las personas que empiezan hoy —hablando hoy, a esta fecha de 2025— están entrando, para mí, en el nuevo despertar, el nuevo amanecer de Amazon. Los que entraron quizás a finales de 2024 entraron en la etapa más oscura.
Todo el mundo agarró Section 3, empezó… Amazon ni siquiera sabía qué era Section 3. Section 3 era como una suspensión de la cuenta, para los que nos están viendo y no saben: te suspendían por X o por Y, ellos mismos te decían cuál era la razón, porque sí o porque no.
Mucha gente pudo recuperar sus cuentas, otras no. Hoy en día siento que eso ya no está pasando. Yo acabo de venir ahorita de Seattle, del evento de Amazon Accelerate, también de hablar en el Seller Café…
Ellos dicen —como lo dijo el vicepresidente de Amazon—: “A nosotros nos encantan los revendedores. Siempre y cuando estén vendiendo mercancía genuina, siempre y cuando estén vendiendo mercancía verificada, no va a haber ningún problema. Ustedes son parte sustancial de la plataforma. Si no, Amazon no sería lo que es”.
“Mire, Alejandro, ¿y cómo puede asegurarse uno? Por lo menos, todos los vendedores queremos vender mercancía genuina. ¿Cómo te puedes asegurar cuando compras en arbitrage, para aquellos que quieran comenzar en este negocio? Por lo menos, si es Nike, sabemos que pueden comprar a la Nike, pero en caso de que compren otro tipo de productos, ¿cómo pueden asegurarse con un proveedor de arbitrage para defenderse con Amazon?”
Es que creo que ahí hay como dos layers o dos capas de información, ¿no?
Porque tú puedes ir hoy a la tienda de Nike, lo compraste y sabes que lo compraste en Nike, un par de zapatos, y tú dices que es imposible que sean falsos. El punto ni siquiera es ese. El punto es cómo tú le dices a Amazon que eso en verdad lo compraste ahí y que Amazon te crea que lo compraste ahí. Ahí es donde entra el mayor detalle.
¿Cuál es mi recomendación a las personas que hoy en día hacen arbitrage?
Empiecen por marcas que literalmente estén abiertas o marcas que literalmente no tengan problemas, que primero generen transacciones. Porque viene gente que quiere vender big brands de una. Por lo general todo el mundo quiere empezar en Amazon y quiere vender mañana, y quiere hacer 10.000.
Qué bien. Esto no es así. Esto no funciona de esa manera.
Ahora, ¿cómo tú sabes que un distribuidor es…? Ni siquiera distribuidor. Creo que en arbitrage es mucho más fácil saber si una plataforma es real o no es real, porque tú haces arbitrage de Walmart, puedes hacer de Macy’s, de Dick’s Sporting Goods… todas esas son tiendas con tiendas físicas y locales físicos a los que puedes ir. Son cadenas que existen y te van a mandar tu papelería.
No es como un distribuidor que te llama y te aparece un “distribuidor” en New Jersey, que no sabes ni qué es, con una dirección en un apartamento que supuestamente maneja 150 marcas. Tú dices: “Ey, esto es sketchy, esto está raro”.
Pero en arbitrage creo que es mucho más fácil verificar a quién le estás comprando y a quién no.
Como yo le digo a todo el mundo: no te metas a comprar cosas en eBay. Hace unos años la gente compraba en eBay, compraba cosas de otros países. Hoy en día te digo: no hagas eso, por lo menos al inicio, hasta que entiendas cómo funciona.
Trata de comprar en los sitios más fiables que te estoy diciendo.
Porque, como tú dices, me preguntaste si enseñaba arbitrage. Yo digo: yo enseño arbitrage a todo el mundo para que empiecen, para que entiendan y para que fallen rápido y no gasten tanta plata. Pero la idea es que de ahí ya tú mismo tengas conocimiento y de ahí puedas pasar y saltar a un distribuidor.
Y va a pasar lo mismo: ¿cómo haces tú para demostrar que el distribuidor al que le estás comprando funciona con Amazon?
Y uno de los grandes problemas de este año fue ese: el tema de la verificación de las facturas. Porque yo mismo, en carne propia, le compro productos a marcas directamente y Amazon me decía que no servía la factura, que no era genuino.
Yo: “Bro, se lo estoy comprando al dueño de la marca. Aquí está la carta, aquí está la autorización”. “No, que no”.
Es un tema donde Amazon ni siquiera sabe bien lo que está haciendo. Son departamentos muy aislados que, aunque suene raro, todo el mundo diría: “Pero es Amazon, ¿cómo no van a saber?”.
Amazon es totalmente proconsumidor, no es provendedor. O sea, ellos literalmente es como que: “10% del budget ponlo en las personas que atienden a los vendedores”.
Entonces es bastante complicado y metodológico, pero si te vuelves insistente y tienes tu papelería real y tienes metodología, al final del día son sistemas.
La gente ¿qué hace? Manda la carta, el robot se la devuelve y ya, “no sirvió”, y no hacen más nada.
Como que no: vuélvela a mandar. Si no, tienes un botón que se llama “llamado”, le dices que te llamen, que verifiquen qué fue lo que pasó, dónde está mi error.
“Ah, no, bueno, necesito que me escales el caso”.
O sea, si tienes ahí una mina de oro —como digo yo—… Yo tenía marcas con las que vendía mucho dinero al mes, te estoy hablando de millones de dólares por mes, y de un día para otro me dijeron: “No las puedes vender”.
¿Tú crees que yo voy a mandar una carta, me van a decir que no y ahí va a morir la historia? Eso es mentira. Esa es tu gallina de los huevos de oro, la tienes que volver a recuperar.
Tuve que llamar varias veces a Amazon, 12, 14 veces a Amazon, escalar… pero se pudo.
Entonces, acuérdate que estás luchando también contra sistemas, algoritmos que no saben. Tiendas de Amazon nuevas… ¿por qué Amazon va a confiar en ti si ni siquiera has hecho una sola transacción?
Y vuelvo y repito: no creo que Amazon sea el malo. Creo que lo malo fue el ecosistema 360 en lo que se convirtió.
Muchas personas, incluyendo vendedores de China, empezaron a hacer cosas malas dentro del sistema, como en todos los sistemas digitales: siempre hay alguien que quiere hacer lo malo…
…y Amazon tiene que cubrirse.
“Alejandro, ahorita, por lo menos, cuando tienes un Section o un bloqueo de este tipo, te exigen que les envíes como que la carta de autorización o que les compras directo a la marca. ¿Cómo haces en estos casos? Porque hay muchas personas que nos escuchan que están comenzando. Para ellos, ¿cómo demostrar que, si compran a X proveedor, el producto es original, si no tienen una carta de autorización de la marca y no tienen este tipo de documentos? En tu trayectoria —porque me imagino que hace 9 años era algo totalmente distinto—, ¿cómo ha sido? ¿Tú hacías los casos de esta manera y ahorita cómo has visto ese cambio y esa evolución?”
En años anteriores, por ejemplo, yo empecé mucho con el área de nutrición. También tenías el tema de que, para desbloquear, primero era la categoría; para desbloquear la categoría, lo mismo: proveedor.
“Ah, bueno, que este proveedor no es verificable”.
“Ok, ¿cómo verifican ustedes un proveedor?”.
“Bueno, que tenga un website, que la empresa esté registrada en el Better Business Bureau”… y un montón de pasos. Y tú dices: “Ok, mi empresa, mi distribuidor no está ahí”.
Gracias a Dios yo siempre he tenido la ventaja —y por eso te digo lo importante de Instagram, de tener una marca personal— de que es muy fácil hablar con distribuidores y que te presten atención porque sienten que uno es una autoridad en el tema.
Les decía: “No, cambia esto, cambia esto, cambia esto”. Trabajábamos hasta que el website… hasta que yo lograba que se indexara en la plataforma de Amazon, llamaran, atendieran y funcionara.
“Bueno, listo, sacaste la categoría, sacaste la marca, empiezas a vender” y te decían: “Bueno, ahora necesitamos el certificado de análisis de ese producto”.
Siempre han tenido alguna regulación. No creo que haya cambiado tanto ese tema.
¿Cuál es mi recomendación?
Primero, por arbitrage, que creo que en arbitrage es donde la gente más se complica porque no tienen el conocimiento; porque cuando tú tienes conocimiento en wholesale, por lo menos ya entiendes cierto tipo de cosas.
Pero en arbitrage hoy en día funciona mucho cuando tú dices: “Ok, tú no tienes una carta de autorización haciendo arbitrage”.
Tienes recibos o, en su defecto, a veces facturas, pero más que todo son recibos.
¿Qué funciona mucho hoy? Que pagues a través de aplicaciones que registran todo tu proceso. No me acuerdo el nombre de una, pero hay una que ya tú le das clic y te aparecen las tarjetas que tienes guardadas.
Tú usas Shop. Shop es una aplicación que instalas en el teléfono y conecta todas tus órdenes y te pasa los números de tracking.
Que registre todo: desde el correo que le mandaste a Walmart —si es Walmart—, qué te reenviaron, qué no te reenviaron, las fotos cuando recibiste… O sea, trata de hacer la mayor cronología posible de todo el paso que hiciste para adquirir ese producto.
Claro, transparencia. Por lo menos mostrarle toda la transparencia de lo que tú estás haciendo a Amazon.
Yo he tenido estudiantes —a mí no me ha pasado Section 3, yo hoy en día no hago arbitrage—, pero tengo muchísimos casos de estudiantes que mis coaches me dicen: “Mira, esto le pasó a fulanito.
Amazon pidió que abriera la cuenta del banco en vivo y mostrara cómo pagó la orden de Walmart, y que coincidieran los montos”, y han salido del Section 3 con eso.
Entonces, mi recomendación es: haz todo un registro de todo lo que estés comprando, fotos…
Igualmente, en wholesale, en el pasado yo nunca había guardado el tracking number de si me despacharon la orden o cómo la busqué, ¿me entiendes?
Hoy en día, de todo.
Entonces, claro, yo tengo mi propio camión, tengo mi propia bodega. Yo no genero un tracking number ni genero un recibo porque yo mando mi camión a buscarlo.
En cambio, ahora no. Ahora creamos una guía de que ese camión fue, lo buscó, recibió, despachó.
Fotos de los pallets cuando llegan, fotos de los pallets cuando se van, fotos del producto.
También hoy en día vendo muchas cosas que tienen transparency codes. Entonces, cuando tienen transparency code es un poco más fácil, porque Amazon sabe que, si tiene transparency code, es que viene de una fuente directa.
Pero la mayor recomendación mía con eso es: guarda todo lo que estés haciendo, así sea el email que te mandó, la transacción bancaria que entró.
Trata de pagar… Eso también pasaba dentro del desastre del emprendedor:
“Voy a comprar esta mercancía: bueno, pago en efectivo; mando 10.000 de mi cuenta personal, mando 10.000 de la cuenta de la empresa…”
No. La empresa es la que tiene que pagar.
Porque la empresa es la que está comprando, la que está sustentada en Amazon. ¿De quién es el negocio en sí?
Para ellos ya es raro: “Ah, bueno, ¿pero cómo mandaste 5.000 en efectivo, Anthony mandó 10.000 y la empresa mandó 30.000? Esto está raro”.
Son cuadrados. Tú sabes, el americano es by the books y nosotros los latinos no somos tan by the books.
Eso creo que forma parte importante de todo el proceso dentro de Amazon.
Y si echas tres pasos atrás, es la mentalidad también de cómo llevas el negocio. ¿Cuál es tu mentalidad con el negocio?
Tienes que entender que tú estás creando una empresa, brother. Esa es mi primera recomendación a todo el mundo.
Si tú crees que estás abriendo una cuenta de Amazon para vender dos lápices y tener una cuentica y vas a decir que “vendo cositas en Amazon”, te digo: tu mentalidad está equivocada.
¿Por qué? Porque tú puedes crear un imperio de esto. Conozco personas que venden 100, 150 millones de dólares al año en este tema, ¿sabes? Y manejan 50 empleados en una bodega.
O sea, esto se puede convertir en lo que tú quieras, pero tienes que darle la estructura desde el principio.
Y Amazon es una empresa seria que hoy en día, ¿qué está buscando? Personas más profesionales. No quieren llenarse de, como te digo, mucho loco haciendo muchas cosas…
Y el gobierno lo regula, porque al final del día toda la población americana está comprando en Amazon.
O sea, fíjate la responsabilidad que conlleva Amazon de que le vende a todo el mundo.
En estos días salió en el podcast de Joe Rogan —no sé si sabes cuál es Joe Rogan, es uno de los podcasts más escuchados— y dijo:
“No compren suplementos en Amazon, o si van a comprar suplementos en Amazon, verifiquen quién es la marca y que sea existente”.
¿Por qué? Porque sale mañana Anthony y se consigue cualquier laboratorio y manda, no sé, colágeno, pero resulta que es 1% de colágeno y 99% de leche en polvo.
Y hay mucha gente sufriendo con esas cosas. Entonces tú dices: Amazon tiene que limpiar el sistema.
Claro. Y, Alejandro, ¿qué cambios has visto, por lo menos, cuando comenzaste, que veías unos pocos miles de dólares en venta, después decenas de miles en venta y después millones en venta? ¿Cómo ha sido el cambio? ¿O siempre has llevado la misma estructura de la empresa, o ha ido cambiando?
Por lo menos, cuando vendías unos 1.000, 2.000, llevabas un tipo de contabilidad, después fue avanzando… ¿Cómo ha ido esa evolución?
Brother, yo te hablo desde todos mis errores y mis experiencias: nunca, nunca hice lo que yo recomiendo que hagan.
Lo que yo le digo a la gente y recomiendo que hagan fue todo lo contrario de lo que yo hice.
Yo fui un desastre contable, tanto que me costó una auditoría del IRS y me multaron con 300.000 dólares. O sea, imagínate el nivel.
Porque yo no estaba preparado para eso.
Es como te digo: yo pensaba que iba a vender unas cosas y con eso yo iba a salir, a mantenerme.
Pero te digo, de repente 50.000, 100.000, 700.000… y tú dices: “Holy…”.
Y empieza el tema del cashflow, no había orden.
Yo aprendí —mi mentor, debes saber quién es— y le copié mucho. Muchas cosas fueron buenas y otras no.
Él es ruso, ¿no? Y él tenía una estructura donde manejaba muchísimas cuentas y yo literalmente copié todo su blueprint.
Apalanqué todo mi negocio en eso: yo llegué a tener 100 cuentas de Amazon corriendo a la vez. Te estoy hablando del 2021, por ahí.
Tenía casi 100 cuentas de Amazon vendiendo distintos productos y manejaba… hacía dropshipping, hacía wholesale, hacía arbitrage, manejaba cualquier cantidad de negocio.
Tenía una bodega de 17.000 pies cuadrados con 10 empleados. No me daba chance de ser ordenado.
¿Qué veía yo que estuviésemos viendo…? En mi cabeza era: mientras más productos vendo, más rentable soy.
¿Qué me di cuenta con el pasar de los años? Que estaba totalmente equivocado.
¿Por qué? Porque, claro, yo decía: si tengo dinero en el banco, prefiero ponerlo a correr, así gane el 10%. Esa era mi mentalidad en ese momento.
Pero resulta que para ganarme ese 10%, operativamente tenía un montón de gente trabajando, warehouse, cargas emocionales, cargas de tiempo… y no representaba la ganancia real.
Entonces hoy en día, si tuviese que darle una recomendación a cualquiera, es que fuesen lo más ordenados posible.
Lo que te digo: no es que puedes estar mezclando platas de aquí para allá, que si la cuenta personal, que si esto…
El crecimiento va a llegar si tú lo quieres. ¿Cuán preparado en realidad estás para ese crecimiento?
Yo considero que muy pocas personas están preparadas para ese tipo de crecimiento.
Es que nunca nos enseñaron. O sea, tú estás entrando en una aventura del emprendimiento.
A menos de que seas quizás una persona mayor, que ya… Si me vuelves a poner hoy, con el conocimiento que tengo, haría algunas cosas distintas.
Pero el que está empezando no sabe.
Ya te digo, hay tanta desinformación hoy en día empresarial que yo a veces me siento y las personas me preguntan qué es una LLC y yo digo: “Brother…”.
O sea, tú dices: hay tanta desinformación en ese tema que tú dices: “Ok, empieza a vender en Amazon”, pero uno tiene que empezar a enseñarles mil cosas.
Y por eso creo que es un constante aprendizaje: un emprendedor tiene que entender tantas cosas y te toca encargarte de tanto que es complicado, pero es bonito al final del día.
Lo importante es que produzca. Te va a costar errores, sudor y lágrimas, pero en el camino lo vas a enderezar, y cada quien tiene su estructura.
Conozco mil vendedores de Amazon, exitosos y no exitosos, y cada quien maneja el negocio de una manera distinta.
Y por lo menos me comentaste, Alejandro, que tus comienzos fueron haciendo marca privada para esta empresa que me comentaste.
Decía: “Ok, sí, exacto”.
Luego pasaste a wholesale, con arbitrage, con dropshipping, con todo, y tenías múltiples empresas.
En este momento, con ya tanta experiencia, ¿has disminuido las empresas? ¿Te quedaste con una sola, te quedaste con un par?
¿Cómo ha sido eso? Porque, por lo menos, yo he conocido varias personas que trabajan con múltiples cuentas. Yo tengo una sola; me bloquean y ahí estoy, peleando esa.
¿Cuál es tu recomendación? Porque obviamente tú tienes el doble de experiencia que yo. ¿Qué les puedes recomendar a los que nos escuchan en este momento de la historia de Amazon?
Mira, el consejo que me dieron a mí, y creo que de esta manera lo puede entender cualquiera:
Si tú empiezas a crear esta empresa —que al final del día, si tú me preguntas a mí, yo no soy un vendedor de Amazon; yo soy un emprendedor digital o un empresario digital que comercializa productos a través de internet: sea Amazon, sea Walmart, sea Poshmark, sea eBay, he vendido en cualquier cantidad de plataformas, en Shopify, en la que sea—, eso es lo que yo me considero.
Si tú quieres considerarte eso y quieres crecer, vas a tener que crear una estructura 100%.
Entonces, si tú tienes una estructura, tienes gastos operativos.
Si tú dependes de una sola fuente de ingresos —que al final es un castillo de arena—, ¿por qué?
Porque si tú tienes una sola cuenta de Amazon y ahí es donde vendes todos tus productos, y toda tu operación depende de esa cuenta, si mañana por X o por Y pasa algo con tus productos, pasa algo con tu cuenta de Amazon, toda tu operación se va a ver en riesgo.
¿Cómo le pagas a tus bodegas? ¿Cómo le pagas a tus empleados? ¿Cómo mantienes toda la operación que estás haciendo?
Si tienes contratos con marcas, si tienes órdenes que pediste y tienes que pagar, ¿qué va a pasar?
La maquinaria se tranca porque no hay ventas. Era tu único canal de ventas.
¿Y por qué digo que es un castillo de arena? Porque al final del día nosotros somos “millonarios” sobre un castillo de arena.
Porque mañana puede pararse Jeff Bezos y decir: “¿Sabes qué? Odio Amazon, lo vendo, cierro”, y se acabó el negocio.
Nosotros no, porque yo vendo en otras plataformas.
Es lo mismo que le digo a cualquiera.
A una persona que está empezando no le recomendaría que desde el día uno tenga muchas cuentas, porque es una complejidad operativa; pero en el camino, 100%.
100% tú no puedes… Es como: todos los huevitos van en distintas canastas.
Y por eso hoy en día mucha gente me pregunta: “Pero si tú vendes tanto, ¿por qué ahora tienes una marca privada? Pero si tú vendes tanto en wholesale, ¿por qué tienes una distribución de esta manera?”.
Y yo digo: porque al final del día son canales de distribución, ¿sabes? Son canales de distribución, apalancamiento, más dinero, más crecimiento de nuestras empresas.
Y ya no me preocupa mañana si Amazon me suspendió una cuenta, ¿sí me entiendes?
Es difícil.
Ahora bien, como te digo: antes tenía 100, hoy en día no tengo 100.
He sabido —como te digo— por los golpes, el entendimiento…
Llegó un punto en el que yo pasaba 24 horas pegado a la computadora para controlar todo eso con mis asistentes. Tenía un equipo de 25, 30 VAs en Medellín, ¿sabes? Era bastante.
Y ya llegó un punto que dije: “No, no puedo más, no quiero más. ¿Qué más me estoy exigiendo?”.
Entonces empecé… Escuché a un americano de Amazon que dijo: “Es mejor optimizar, vender menos, ganar más, tener tiempo, hacer otros negocios”, y me fui un poquito por ese lado.
Hoy —casualmente— pagué los taxes y pagué taxes de siete empresas. Eso es lo que tengo yo hoy en día, ¿sí me entiendes? De aquella cantidad absurda que tenía, hoy en día es mucho menos y me doy el lujo de elegir en qué quiero trabajar.
Y por lo menos, Alex, tú tienes estas siete empresas. Por ejemplo, ¿haces FBA, FBM…? Me imagino que FBA. ¿Lo compartes allí o…?
—FBA, no FBM, FBA.
“Ponte que te bloqueen una empresa. ¿Tú tienes un máximo, por lo menos: ‘Mira, en esta empresa nada más voy a enviar un millón de dólares’, o lo divides por categorías? ¿Cómo funciona?”
Depende de la sociedad también. De todas las empresas, solo dos son completamente mías; las demás las tengo en sociedades.
Entonces, dependiendo de las sociedades, de la capacidad de inversión de esa empresa… Gracias a Dios, hoy en día ya ni siquiera es inversión propia, sino que son cosas que, con récord y tiempo, tenemos financiamiento de los bancos.
Pero cada una tiene más o menos su cap.
Lo que sí he encontrado últimamente es que a veces me ofrecen negocios nuevos, de marcas nuevas, y de alguna manera lo inyecto dentro de alguna de las cuentas que tenemos.
Ya no es que creo una cuenta nueva para eso; no hemos hecho ese plan, por así decirlo.
Yo llevé Colombina por un tiempo como distribución oficial.
Me ofrecen distribución oficial y: “Ok, pero lo hago en tu cuenta o lo hago en esta cuenta, bajo estos parámetros”.
Entonces ya uno es más moldeable para eso.
Te entiendo. Y, Alejandro, ¿tú recomiendas, por ejemplo, en mis charlas, que una empresa sea solo grocery, otra solo maquillaje, o las haces multimarcas, multinicho?
No, no, no… Eso es como me dijeron hoy: eso es como una quincalla china.
Empiezas vendiendo papa hoy, mañana vendes papa y zanahoria, mañana pones la leche y después vendes lotería.
Son como pequeños super.
Lo único es que, si una marca te dice algo o sabes que, por ejemplo, yo… Si tengo un big brand que vende mucho, no voy a arriesgarla con una marca pequeña que quizás no controlo, ¿sabes? Que no tengo tanta data, porque una marca pequeña te pudiera dañar la grande.
Las gallinas de los huevos de oro tienes que cuidarlas.
Como yo: tengo cuentas donde tú dices: “Ok, en esta cuenta podemos inventar”.
Pero nuestras gallinas de oro, obviamente, hoy en día las cuidamos de otra manera.
Claro. Alejandro, ahorita está de moda —como, por lo menos, yo que estoy en el trading, que ahorita está de moda el oro y el Bitcoin—, en Amazon está lo que es Brand Direct.
¿Qué opinas tú de ese Brand Direct que está tan de moda, que dicen que es la única forma de hacer dinero en Amazon?
¿Qué opinas de eso que ahorita está como un boom?
Yo creo que el Brand Direct… alguien inventó ese término hace, qué sé yo, un año y medio, por ahí más o menos, digo yo.
Pero es que siempre ha existido.
Sí, totalmente.
Es que eso no es nuevo. O sea, antes… Yo, con la persona con la que empecé —el ruso que te digo que era mi mentor—, él era brand y él me vendía a mí, ¿sabes? Y me daba como la oportunidad de hacerlo.
Entonces, el Brand Direct siempre ha existido.
¿Qué pasa? Que con el crecimiento de todo el negocio empezaron a existir muchísimos middlemen o brokers; aquí los llaman diverters, que son brokers.
Es como que: “Bueno, yo tengo la conexión con las marcas, yo le compro a las marcas y después te lo revendo a ti”, porque es muy fácil saber cuando sabes de Amazon.
Y todos esos brokers sabían de Amazon. Era como que: “Si yo sé que si le compro este producto a 2, alguien en Amazon me lo compra en 5 porque todavía le queda margen”.
Entonces, ya sabían.
¿Qué pasó con eso? Que se empezaron a vender de broker a broker, de broker a broker, y era imposible conseguir una cadena real de facturas.
¿Cómo sabes que de verdad vino de la marca?
Empezaron los temas de mercancía robada… Ahí fue donde se apretó la cosa.
Pero Brand Direct siempre ha existido.
Ahora, ¿qué están haciendo? “Ok, ahora no le puedes comprar a los diverters, ahora no le puedes comprar a los brokers”.
Pero esos brokers le compraban a una marca directa.
¿Qué tienes que hacer tú?
“Ok, ¿a quién le comprabas tú? A estos diverters, a estas marcas”.
Quita al diverter de en medio y trata de llegar a la marca.
Y si tenías una marca que ya vendías y puedes comprobarlo, quizás es hasta más fácil.
Tú le mandas un email a las marcas. Lo que pasa es que la gente le da miedo mandar emails, la gente le da miedo llamar.
O sea, yo mando a veces correos a: info@loreal…, mándale.
Alguien tiene que responder.
En algún punto, marketing, LinkedIn, en algún lado busco y digo:
“Ey, mira, yo pasé dos años comprándole a este distribuidor y vendí X cantidad de plata, y ahora él no está vendiendo esa mercancía. ¿Cómo hago para comprarles directamente a ustedes?”
¿Qué es lo peor que puede pasar, sí o no?
—Sí, totalmente.
“Yo, por lo menos, con este Brand Direct ahorita, en este momento, como estamos en 2025, ¿es igual que hace 9 años cuando comenzaste? Porque, por lo menos ahorita, a lo mejor tú le escribes a 500 empresas y puede ser que una te responda positivamente. No tengo ahora la métrica, pero yo le escribo todos los días a muchísimas empresas y más o menos es algo por allí. ¿Cómo fue eso cuando tú comenzaste? ¿Cómo ha ido achicándose o agrandándose ese porcentaje de respuesta de Brand Direct?”
Mira, vuelvo y repito: yo nunca fui, o creo que nunca tuve, la búsqueda original que ha tenido todo el mundo en Amazon, que es Google.
Yo nunca tuve eso y, por eso, vuelvo y repito: Instagram ha sido muy importante para mí, porque a mí siempre me ha gustado el tema de marca personal.
Y siempre expuse todo lo que hacía a través de mi marca personal y, gracias a Dios, tuve la ventaja de que los distribuidores me buscaban a mí.
Distribuidores me escribían. Era muy fácil que yo consiguiera el contacto de un distribuidor y le mandara un mensaje y me respondiera, porque tengo bastante audiencia en Instagram, en YouTube… Entonces eso hace click.
Yo a todo el mundo le digo: “Brother, ¿en qué gastaría yo? En trabajar mi marca personal”.
Porque la marca personal te da autoridad y las marcas confían en las autoridades.
Ese fue siempre mi camino. Yo iba mucho a los trade shows, y trataba de buscar relaciones.
¿Qué hacía yo en mis redes sociales?
“Hoy vendo en Amazon, estoy haciendo esto, revendo productos. ¿Tienes algún contacto con una marca? Podemos hacer dinero juntos”.
Y yo empezaba a soltar, y ¿en qué se convirtió eso? En que después tenía 20, 30 personas buscándome marcas, porque ganaban dinero conmigo.
Por unidad, 50 centavos por unidad. Pero estamos hablando de que se compraban muchísimas unidades.
Entonces es lo mismo.
Yo sigo trabajando básicamente con una persona que trabajaba dentro de una marca y lo conocí por internet, por Instagram, y al sol de hoy él sigue trabajando conmigo.
Ya no trabaja para ninguna marca; trabaja conmigo.
¿Qué hacía? Trabajaba dentro de una marca y conoce cómo funcionan las cosas, y literalmente era como que yo le decía tal cosa y él se movía por los trade shows, llamaba, hacía sus contactos y: “Pum, conseguí esto”.
“Ah, bueno, listo, tráelo”.
Y así fui moviéndome.
Yo nunca… Si me preguntas cuántas veces tuve que buscar un distribuidor en Google, te digo: muy pocas.
Y tampoco es que he tenido —si me preguntas— 150 distribuidores.
No. De todo lo que tuve, siempre fueron casi los mismos y, a través de esos, íbamos consiguiendo otros.
Yo le decía a él: “Consíguete esta marca y busca cerrar con esta marca”, y así lo fui haciendo siempre.
Por eso es que yo digo que la gente aquí siente que este mundo es muy mezquino. El mundo del vendedor de Amazon es como demasiado cerrado y mezquino, y la gente también tiene miedo de decir lo que está haciendo.
Es un tema de pena: te da pena decir lo que estás haciendo.
Eso lo que hace es que la gente quiera venir a ti. Las marcas van a querer venir a ti.
No es lo mismo hoy que yo vaya…
Ojo, y también la persistencia.
Yo fui al Toy Fair de New York en febrero y apenas la semana pasada fue que recibí una noticia positiva de esa feria.
Paciencia, trabajo, no soltarlo.
No muestres el hambre. Estás trabajando con marcas a las que no les interesa “un vendedor más”, sino gente con la que puedan hacer negocio, que compruebe lo que está haciendo.
Obviamente, a veces la estructura te da un poco más de valor con ciertos distribuidores que…
¿Dónde está tu warehouse?
Hay distribuidores grandes que no entregan en zonas residenciales, que no entregan en warehouses que no tengan rampa, por ejemplo, o warehouses que estén a nivel de piso. Hay distribuidores que no trabajan con ese tipo.
Entonces, ¿qué tienes que hacer? Ponerte creativo.
Yo recibo mercancía de amigos que tienen distribuidores que no entregan en warehouses sin rampa.
O sea, ellos me lo mandan a mí, yo lo recibo, lo bajo y luego lo vuelvo a enviar.
“Y, Alejandro, por lo menos, es interesante lo que tú me comentas de Instagram. Yo lo hago con LinkedIn y me ha funcionado muchísimo. Para mí hubo un cambio desde que comencé a usar esa plataforma.
Así como tú usas Instagram, yo lo hago con LinkedIn: filtro por marca y comienzo a escribirles a todas las personas.
Pero, ¿cómo haces tú para que estas personas vengan a ti? ¿Cómo ganaste esa influencia para que ellos vinieran y tú pudieras mostrarte como un referente? ¿Qué fue lo que lograste hacer en todo este tiempo? ¿Qué crees que te funcionó?”
Documentar proceso, brother.
Siempre es documentación de proceso.
Fíjate que cualquier persona que tiene hoy en día cierta influencia en las redes es por documentar su proceso.
Tú nunca sabes quién te está viendo.
Uno a veces dice: “Tengo 200.000 seguidores”. Son 200.000 personas que te están viendo, ¿sabes?
Alguien ahí le va a interesar lo que tú estás haciendo.
Alguien ahí… Tú vas a poner: “Estoy buscando productos para revender; si tienes algún contacto, escríbeme”.
Siempre hay alguien que trabaja en un distribuidor. Siempre hay alguien que tiene un hermano que tiene un amigo que trabaja en un distribuidor.
Siempre hay un dueño de marca que necesita ayuda.
Porque eso es otra cosa: cualquier vendedor de Amazon, al final del día, termina con una diversidad de portafolio y un conocimiento que le sirve a cualquiera.
A mí me han contratado para capacitar un departamento de e-commerce.
Me han llamado marcas que quieren estar en Amazon, y nosotros podemos hacerlo realidad, dependiendo de la marca.
Se empieza a mover un montón de cosas: uno al final del día refiere a otro, ese a otro, ese a otro… Y tienes vendedores dentro de distribuidores que necesitan vender.
“Alejandro, entonces, ¿tú crees que tu carrera como audiovisual te ayudó al éxito? O sea, ¿hubo como una conexión que sí te impulsó a que tuvieras más éxito en este negocio?”
100%. 100% ha sido encadenar una profesión con la otra, y hoy en día estamos volviendo de nuevo a ese tema.
O sea, si te vas al social shopping de TikTok, ahora todo el mundo… ya nadie está aceptando tanto el video orgánico del celular. Cada día la gente busca algo más profesional; se está volviendo otra vez a que se profesionalice el tema, y para mí es como que: “Yo sé hacer eso”, ¿sí me entiendes?
Es como: yo tengo el conocimiento. Capaz estoy un poco desactualizado porque no estoy metido de lleno en eso, pero literalmente sí siento que son dos engranajes; siempre ha sido un engranaje.
Obviamente, saber de fotos —aunque no es algo que en la reventa se necesite tanto—, saber utilizar la computadora, descargar datos…
Todo editor de video sabe desarmar una computadora de arriba abajo, y aquí, mientras más conocimiento tengas en computadora, quizás más rápido vas a ir.
No es una desventaja, es la velocidad con la que lo puedes aplicar.
“Alejandro, ¿y qué ves por lo menos de aquí a los próximos 5–10 años? ¿Qué cambio crees que vas a ver en el e-commerce —para no decir nada más Amazon, ya que estamos hablando del e-commerce como tal—?
Ya viste los 9 años pasados; por lo menos, en los 9 años que vienen, ¿qué crees que va a pasar?”
Bro, yo he aprendido a esta altura de la vida que vivo un solo día a la vez y estoy preparado para cualquier ciclón que todos los años va a entrar en cualquiera de las plataformas.
Fíjate.
Yo no me paso por la cabeza hoy en día todas las personas que hacen etiqueta privada y traen producto de China. ¿Cómo ha sido su vida este año? No tengo ni idea, ni quiero estar en sus zapatos, con todos los cambios de política de los Estados Unidos con China.
Es una locura, ¿sabes?
Conozco gente que se ha quebrado, conozco gente que lo ha perdido todo por eso.
Entonces digo: “No entiendo cómo es eso”, pero al final nadie lo veía venir.
Todo el mundo creía que era el modelo más seguro: el modelo más seguro, más estable, después de que lo lograbas poner en contexto.
¿Qué sí te puedo decir?
Que la habilidad del comercio electrónico está hoy en día en el processing y no va a morir en el futuro, bro.
No va a morir el comercio electrónico. Cada día, todos los años —y las estadísticas lo demuestran—, las personas compran más en línea. Eso no va a cambiar.
Entonces, ¿es este el momento para entrar? Si no entraste, ¿te lo perdiste? No.
Siempre hay momento.
¿Y cuándo en la vida pensabas tú, hace años atrás, que iba a venir una marca nueva a destronar a Nike? No existía.
Hoy en día lo estás viendo: cómo sale de repente Alo y se convierten en esos boom porque supieron conectar un influenciador con una marca.
Gymshark, por ejemplo. Son marcas de personas que vendían cosas en eBay y se convierten en unos monstruos que a Nike le tiemblan las piernas.
Hoy en día tú vas al gimnasio y ya no ves a todo el mundo vestido de Nike.
Entonces, no hay un momento exacto para entrar. El momento no está perdido.
El e-commerce no va a dejar de crecer.
Ahora, ¿qué va a pasar? Regulaciones siempre van a venir.
Considero que ahora más, porque el mundo está entendiendo los negocios digitales: tanto en cripto, en trading —como tú sabes, cambian muchas cosas—, entra la FTC americana y regula más todo lo que son compras, ventas…
Pero es normal. En la vida de cualquier negocio siempre va a existir una regla.
Mientras tú estés haciendo las cosas bien, ¿por qué le vas a tener miedo?
—Sí, así es, Alejandro.
Y por lo menos, sabemos que das cursos de Amazon, que capacitas. ¿Qué has visto tú, porque sé que has capacitado a más de 500 personas, en los que tienen éxito y los que no? ¿Cuáles son las características que tienen este tipo de personas?
La mentalidad, 100%.
La mentalidad de que saben que están creando algo nuevo, que ellos mismos tienen que retarse, que no pueden tener miedo, que entienden que es un proceso, que no es que se van a hacer millonarios de la noche a la mañana.
Que entienden que lleva inversión, que —como cualquier cosa— van a tener que dedicarle tiempo.
Porque la mayoría de los que fallan es porque creen: “Ah, no, yo pensé que le iba a tener que dedicar una hora”.
“Ah, no, pero es que si tengo que, para vender 100.000, gastarme 50.000 en inventario, imagínate cómo hago yo con eso. Eso es imposible para mí”.
Esas mentalidades son las que al final del día no llegan.
Entonces, por ejemplo, dentro de mi academia… Yo no soy masivo en recibir estudiantes.
Al final del día, todos nuestros estudiantes pasan primero por cuatro llamadas y validamos quiénes son.
¿Por qué? Porque sí tenemos algo de que las comunidades se apoyan mucho.
Y hoy en día considero que parte de mi éxito fue tener comunidad.
Ojo, había aprendido muchísimo yo solo viendo un año YouTube y con Germán y todo eso, pero cuando conseguí una comunidad de personas que hacían lo que yo hacía, primero me validó.
Yo decía: “Si este pana vende 20 millones, yo también tengo que poder, aunque sea vender 1.000 dólares. Si él puede, yo puedo”.
Entonces empieza… Y fíjate, de ahí saqué mi mentor, de ahí conseguí producto, este consiguió esto, este consiguió aquello.
Entonces eso es muy importante: que estés abierto a escuchar, que tengas la humildad de aprender.
Y, como te digo, brother, lo primero creo que es la humildad para aprender, vengas de donde vengas.
Y que tengas la idea de que estás creando un negocio, que es algo que te va a llevar tiempo, que vas a tener que invertir y que tiene su sacrificio, y que en algún punto vas a ver los resultados.
—Sí, así es, Alejandro.
Y, para terminar, ¿dónde podemos contactarte para los que quieran ver tu academia, los que quieran conocerte? ¿Dónde pueden seguirte y ser parte de esa comunidad Vende como Pro?
Vende como Pro en Instagram, @vendecomopro, y @vendecomopro en YouTube también.
En YouTube subo bastante contenido educacional.
Tengo un podcast que ahorita también lo tengo parado. Hice 50 episodios donde entrevisté a emprendedores exitosos o personas exitosas que he conocido en todo este camino del emprendimiento.
Y, atando la última pregunta que me dejaste atrás, de las 50 personas que entrevisté —te digo, empresarios exitosos, te estoy hablando hasta de la mano derecha de Robert Kiyosaki (Robert Kiyosaki es como el gurú de las finanzas americanas)—, en todos caímos en lo mismo:
Todos quebraron 9 o 10 veces y una sola la pegaron.
Entonces es lo mismo, ¿no? Persistencia, consistencia… y en algún intento sale.
Pero @vendecomopro en Instagram, en TikTok, en YouTube, ahí me pueden conseguir y ahí tienen todos los links.
En cualquiera de las redes van a conseguir enlaces de cómo contactarse conmigo, con alguien de mi equipo, lo que necesiten: marcas que necesiten ayuda en Estados Unidos, departamentos que necesiten ser entrenados, personas que quieran empezar a vender en Amazon… estamos ahí para ayudarlos a todos.
—Bueno, muchas gracias, Ale. Ha sido un placer tenerte aquí en el podcast.
—Gracias a ti por invitarme y todo el éxito del mundo, y más hoy en día, que el contenido es el rey.
—Gracias.