Este podcast no se hace responsable por las decisiones que puedan derivarse del contenido aquí compartido. Su propósito es únicamente informativo y no constituye asesoramiento profesional ni comercial.
El mercado cambia, te desafía y te empuja al límite. En esos momentos no hay plan que aguante si tu mente se quiebra. Hoy vamos a entender cómo mantener la calma cuando todo parece ir en tu contra y cómo evitar decisiones que te cuesten caro.
Hola, soy Anthony Fernández y esto es Disciplina Financiera, el podcast donde hablamos del lado real del trading y del e-commerce junto a quienes viven los mercados cada día.
Hoy me acompaña Vicens Castellano, un referente en la formación de traders profesionales y director de Trading de Futuros. Con más de dos décadas de experiencia, ha ayudado a cientos de operadores a dominar no solo la técnica, sino la mentalidad que marca la diferencia.
En este episodio hablaremos sobre un tema que todo trader enfrenta tarde o temprano: cómo evitar decisiones autodestructivas y construir la mente que sostiene la consistencia. Prepárate, porque esta conversación va a cambiar la forma en la que entiendes el control dentro del mercado.
Bueno, bienvenidos a Disciplina Financiera. Hoy tenemos a Vicens Castellano, desde Barcelona, acompañándonos. Él tiene más de 20 años de experiencia en los mercados financieros como trader y hoy va a compartirnos cuál es la mentalidad que debe tener un trader y cuáles son los obstáculos que pasa todo tipo de trader: cuando comienza, cuando va en el camino y cuando ya tiene más de 10, 20 años de experiencia.
Cuéntanos un poco, Vicens, cómo ha sido esta trayectoria desde que comenzaste, desde tus inicios hasta ahora, en la parte de la mentalidad que debe tener un trader.
Bueno, Anthony, lo más importante de todo es que uno llega al trading con una mentalidad, creyendo que esa mentalidad que le define por naturaleza, por defecto, esa mentalidad que a lo mejor le ha llevado al éxito en otras áreas de la vida, le va a servir para ser consistente en los mercados.
A lo mejor uno viene del mundo empresarial y allí ha triunfado. A lo mejor viene del mundo del deporte de élite y allí se ha demostrado que es una persona disciplinada. Igual ha estado en el ejército, igual ha sido un emprendedor o un ejecutivo de éxito. Y muchas veces, con esa idea y esa confianza en uno mismo, uno se acerca a los mercados financieros y pretende que su experiencia pasada y su mentalidad le vayan a servir.
Pero en realidad el trading es de una naturaleza tal que requiere que cojamos todas las ideas que tenemos sobre cómo funcionan las cosas y las cuestionemos.
Entonces, por lo general, cuando las personas se acercan al trading, intentan utilizar los modelos que les han funcionado fuera del trading… y fracasan. ¿Por qué? Porque el trading necesita un tipo de mentalidad muy especial.
¿Qué suele suceder? Que la gente cree que para conseguir el éxito como trader necesita saber algo que al inicio desconoce, y cree que ese conocimiento, si lo adquiere y lo modela de determinada manera, le permitirá ganar. Y eso es evidentemente necesario, pero la componente mental se suele descuidar.
Cuando yo me inicié pasé exactamente por el mismo proceso por el que veo que pasan tantas y tantas personas que se acercan al trading muy bien preparadas porque han tenido éxito en otras áreas y que, cuando realmente el trading les muestra el tipo de reto que es, fracasan. Y entonces muchas veces lo que suelen pensar es:
«No tengo el conocimiento suficiente ni tengo las ideas necesarias para ser consistente. Tengo que cambiar ese conocimiento, tengo que cambiar estos modelos con los que estoy trabajando».
Entonces, por lo general, el trader suele ir entrando en un círculo del que difícilmente va a ser capaz de salir, que es el círculo de: cambio lo que sé, aprendo un nuevo modelo, aprendo una nueva metodología, veo que tampoco me basta para ser consistente; entonces modifico a lo mejor mis entradas, añadiéndole indicadores o distintos parámetros; veo que tampoco me funciona; cambio el marco de representación: estaba operando con gráficos diarios, voy a operar con gráficos horarios; cuando veo que no funciona, voy a bajar a 15 minutos; después voy a hacer operativa en un minuto; igualmente no me funciona.
Entonces, lo que suele ser habitual es que el trader, o el aspirante a trader, vaya añadiendo más y más cambios que son de la misma naturaleza: cambios hacia fuera.
Esto me sucedió a mí. Obviamente yo lo viví en primera persona y me tropecé una y otra vez en el modelo de «más conocimiento me va a dar la consistencia que no logro». Pero llega un momento en el que o bien el mercado te quiebra y entonces te derrota porque financieramente ya no es viable el proyecto —porque ya o te has quedado sin capital o ya no puedes permitirte ese camino—, o bien emocionalmente las heridas que tienes son tan dolorosas que ya has perdido la ilusión por este modelo de negocio y entonces abandonas.
O te das cuenta de que, aunque has hecho muchos cambios, has mantenido constante la variable de quién es el que está ejecutando el proceso.
Entonces, como nosotros nos conformamos en observadores del mercado, si yo no cambio mi capacidad de observar el mercado, no voy a poder realmente generar un cambio en mis resultados. Y la forma de cambiar al observador del mercado no es cambiando los modelos, los mercados, los marcos de representación, sino cambiando las ideas a través de las cuales yo observo el mercado.
Entonces, a mí me sucedió que, al principio, como la gran mayoría de traders, empecé con muchísimas ganas, con una gran soberbia, muy seguro de mí mismo y de mis opciones, y el mercado me fue poniendo en mi lugar una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez. Como soy muy tenaz, jamás se me ocurrió pensar que yo iba a abandonar esto del trading. Entonces me levantaba y buscaba otra manera, otra manera, otra manera.
Y, por más que acumulase derrota tras derrota, herida emocional tras herida emocional, fui persistiendo hasta el punto en el que me di cuenta de que estaba haciendo más de lo mismo: generaba el mismo tipo de cambios, cambios externos. Y ahí empecé a generar el único tipo de cambio que no había probado, que es el cambio en mí mismo, en el observador en el que yo me conformaba para ver el mercado.
Este es el punto crítico en el que las personas que están aspirando a ser consistentes en el mercado, si llegan a este punto y entienden que la solución a su falta de resultados no está fuera, no está en un nuevo modelo, no está en un nuevo mercado, sino que está dentro, ahí realmente hay un antes y un después. Hay un cambio absoluto en lo que el trader es capaz de conseguir. No sé si esto encaja con tu propia experiencia.
Eh, totalmente, Vicens. Y bueno, yo siempre, por lo menos, comparto que a mí me tomó 6 años conseguir esta consistencia. Seis años preparándome, seis años. Yo tengo 9 años en el trading y ahorita quiero que me comentes un poco cómo fueron tus primeros años después de nueve, porque tú tienes ya más del doble de experiencia que la que tengo yo. Y me costó 6 años entender que no tenía que aprender nada nuevo, sino que ya sabía todo lo que necesitaba. De hecho, en el primer año ya lo sabía, probablemente en el primero o segundo año.
Pero la cuestión es la parte psicológica, el ego, el no agarrar esta rabia y la ira de que el mercado está en contra tuya. El mercado no está ni contigo ni en contra, es neutral. ¿Cómo fue tu experiencia comenzando y cuándo te diste cuenta? O sea, ¿cuánto te llevó? Como te comento, a mí me llevó 6 años. ¿Cuánto tiempo te llevó a ti conseguir esa parte psicológica que ayuda a la consistencia? Pienso yo que es la única manera de conseguir la consistencia en este negocio.
Pues no te lo sé decir en años, pero sí te sé decir que hubo un momento en el que entendí que la consistencia era una decisión diaria. Tal vez yo me imaginaba que llegaría un momento en el que yo sería consistente de manera automática, como si hubiese un cierto punto de llegada, una cierta meta, tras la cual «ahora ya voy a ser consistente».
Entonces, lo que sucedía era que iba alternando ciclos en los que iba ganando y luego ciclos en los que iba perdiendo. Y no entendía muy bien cómo era posible que esa tan anhelada consistencia no se sostuviera. Yo, de alguna manera, pensaba que la consistencia era una meta, un destino.
Y entonces me di cuenta de que, en realidad, la consistencia, desde el punto de vista psicológico, es una decisión que el trader tiene que tomar cada día. No es verdad que un trader se pueda decir a sí mismo «soy un trader consistente» y ya está. Cualquier operador, incluso operadores institucionales, pueden quebrar sus resultados en cualquier momento si empiezan a moverse fuera de su procedimiento operativo.
Entonces, el trabajo está en cómo eres capaz de constreñir tu comportamiento y de acotarlo dentro de unos parámetros rígidos que te obliguen a moverte solamente dentro de lo que tú has definido y de aquello que te da una ventaja.
Y esto es realmente muy difícil. En mi propio camino, al inicio —estamos hablando de hace muchísimos años—, la información sobre el mercado era muy escasa. La información más actualizada venía de Estados Unidos, donde se hacían operativas muy distintas, pero la tecnología era muy diferente. No se operaba en el intradía. No fue hasta al cabo de varios años que tuve acceso a datos en tiempo real. Previamente tenía que tomar operaciones con datos respecto de precios de cierre del día, lo que era una operativa bastante distinta.
Ahora tenemos mucha información, una capacidad técnica muy elevada para tener muchos datos, pero igualmente yo diría que lo que ahora suele suceder es que hay una sobrealimentación de información. Por lo tanto, más información, más modelos, más tecnología no facilitan que el trader sea consistente. Al revés, diría que incluso lo puede llegar a confundir más, porque suele pensar —o es muy fácil que piense— que aún hay algo que no ha probado, aún hay un modelo que no ha probado, y que si lo probase entonces sí sería consistente. «Es cuestión de dar con ese modelo o con esa combinación de entradas», ¿no?
Es cuestión de que te des cuenta de que vas a ser consistente cuando tú decidas que vas a ser consistente. Pero decidirlo lo vas a tener que decidir cada día. Y si hay un día en que no decides actuar a favor de tu mejor interés, y por lo tanto te dejas llevar por un arrebato emocional, saltas a perseguir el precio, tienes miedo y no entras en la operación que está claramente definida, tomas beneficios antes de tiempo… cualquier comportamiento de estos, si tú decides hacerlo, aunque hayas sido consistente en los últimos años, no tienes garantía de que vayas a poder sostener esta consistencia. La decisión es diaria.
Eh, Vicens, me haces recordar, por lo menos cuando yo comencé, que yo tenía meses buenos, tenía meses malos, pero yo sabía que no era un buen trader. Muchas personas que nos escuchan no saben qué es ser consistente porque no entienden qué es el concepto, porque realmente la consistencia es, para mí en el trading, hacer las cosas bien a pesar de que los resultados no sean los esperados. Porque nuestro trabajo es en base a estadística, es un trabajo en base a probabilidades, y puede que ocurra lo que estamos esperando, pero puede que no.
Pero, si lo estás haciendo bien, eres consistente. No sé si tu concepto de consistencia es algo parecido o qué nos puedes compartir en cuanto a eso.
Sí, sí, estoy totalmente de acuerdo. Si tú tienes un procedimiento operativo que te da una ventaja estadística, tus resultados serán consistentes en la medida en que permitas que la ventaja asociada al sistema se exprese. ¿Por qué no iba a expresarse, si el sistema parametriza qué debe suceder para que la ventaja aparezca? O sea, esto no es azar, es probabilidad, es matemática, es estadística. Si aplicas el procedimiento tal como ha sido diseñado, permitirás que la ventaja se exprese y ganarás.
Entonces, ¿por qué resulta tan difícil? Porque las personas, en pos de intentar lograr esos resultados o mejorar lo que están haciendo, se saltan el procedimiento operativo: invalidan la ventaja que tienen porque cortan la operación antes de tiempo o toman una operación que no estaba definida, pero que les «parece» que debe funcionar. Y, aunque su intención es muy positiva, no se dan cuenta de que son ellos mismos los que están invalidando su sistema.
Esa ignorancia respecto de qué está originando su falta de resultados —es decir, la diferencia entre lo que están consiguiendo y lo que deberían de estar consiguiendo— les lleva a introducir nuevos cambios. Pero da igual el sistema con el que uno esté operando, da igual el mercado y el marco de representación, si yo no soy capaz de sostener consistentemente mi comportamiento a lo largo del tiempo.
Si yo voy pasando de un sistema al siguiente, de un sistema al siguiente, lo que estoy haciendo no tiene ningún tipo de validez estadística, porque lo que hago no se puede comparar. Entonces, mis resultados obviamente van a ser aleatorios. Voy a tener semanas buenas, voy a tener semanas malas. Cuando la semana sea buena, voy a creer que ya lo tengo y voy a seguir improvisando. Cuando la semana sea mala, voy a pensar que debo añadir algún concepto o modificar algún aspecto de lo que estoy haciendo. Y una vez más, no me voy a dar cuenta de que me estoy saliendo del único camino que me va a permitir ser consistente.
Como tú decías, muchísimas veces no necesitas aprender ningún concepto técnico más. Con cosas muy sencillas puedes establecer una ventaja estadística. Otra cosa es si eres capaz de mantenerte a ti mismo firmemente al timón, ejecutando como debes ejecutar para que dicha ventaja aparezca. Y esto habla de autodominio, habla de disciplina, habla de autocontrol.
Este es el verdadero reto que tienen los traders: que creen que la solución es externa —un nuevo modelo, un nuevo mercado—. No. La solución es interna. El sistema con una ventaja estadística lo vamos a aprender muy rápido, pero ¿tú eres capaz de mantenerte disciplinado haciendo lo que sabes que tienes que hacer o vas a saltar a perseguir el precio?
Es como ir a cazar perdices: si las quieres coger, tú no tienes que saltar, porque si haces ruido te van a ver y se van a escapar. Tú tienes que aguardar a que se dé la ventana de oportunidad, a que estén a la distancia adecuada. Lo mismo en el mercado: tú tienes que aguardar a que las condiciones se desequilibren a favor tuyo. Pero, ¿vas a ser capaz de aguardar pacientemente o has asociado que, para ganar, tienes que estar todo el rato «haciendo cosas»?
En el mercado hay tres posiciones: puedes estar comprado, puedes estar vendido y puedes estar fuera del mercado. Y cualquiera de las tres posiciones es igual de buena, es igual de aceptable. Puedes estar comprado, perfecto; vendido, perfecto; y fuera del mercado, perfecto, aguardando, esperando. Pero esto cuesta mucho.
Es fácil de decir. Es igual que es muy fácil decir: «Oye, para dejar de fumar, simplemente no fumes, no cojas ningún cigarrillo, no te lo enciendas o no te lo pongas en la boca». Es muy fácil, pero que sea fácil y sencillo no quiere decir que la gente sea capaz de hacerlo. Y en el trading es lo mismo: es relativamente sencillo el concepto; ahora, ganar la batalla interior y hacer lo que sabes que debes hacer es otra historia.
Porque al trading llegamos con nuestros propios traumas, con nuestras propias trayectorias personales, con nuestras propias circunstancias. Venimos de un entorno familiar, venimos de un entorno cultural, tenemos cierta formación o no la tenemos, tenemos modelos de referencia o tenemos antimodelos. Todo eso va con nosotros, lo llevamos al mercado y vemos el mercado a través de toda esta maraña de patrones, muchas veces subconscientes.
Entonces, aunque sea sencillo, cada uno tiene que encontrar los «gatillos» que le permiten generar el cambio que necesita.
Totalmente, totalmente. Y concuerdo contigo, Vicens, que la parte emocional es algo sumamente… para mí es la única forma: manejar tus emociones y ser disciplinado. Bueno, el podcast se llama Disciplina Financiera porque yo pienso que, para lograr la consistencia —claro, cada trader tiene su historia, cada trader llega a la consistencia de una manera distinta—, veo que tienes ahí el libro de Market Wizards. Bueno, hay muchísimas historias de cada uno, de cómo ha luchado con sus demonios, con sus emociones para conseguir esta consistencia.
Para mí es ser discípulo. Disciplina es ser discípulo, por lo menos de lo que tú crees que te va a dar resultado: pones las probabilidades, miras, esto tiene una estadística de un 40 %, manejas tu riesgo, defines cómo lo vas a manejar y te apegas a ello, eres discípulo de eso. Y cuando vayas a cambiar, eres discípulo de ese cambio.
Y esto… yo también vendo en e-commerce, también hablo en el podcast de esto y también me ha pasado con ese negocio: que he tenido fallas y ¿qué hago? Bueno, yo sé que esto es… estoy en una racha negativa. En el trading pasa mucho: son rachas negativas. Y pienso que cualquier negocio es altos y bajos, altos y bajos. Es lo que vemos a diario en el trading y, por lo tanto, el trading no nada más te hace una mejor persona, un mejor empresario, un mejor emprendedor y, a mi parecer, un mejor ser humano. O sea, es muy poco probable que tú seas un mal ser humano y un buen trader. No sé qué piensas de esto.
Bien, totalmente de acuerdo. Yo me llevo muy bien con las personas que son traders porque sé que tienen ya, de entrada, una serie de principios como la disciplina, la tenacidad, la perseverancia, el cuidado, el detalle, el orden, la meticulosidad, el trabajar sobre sí mismos. Suelen cuidar lo que comen, suelen cuidar el ejercicio, suelen cuidar su descanso, suelen cuidar sus relaciones. Es decir, hay un conjunto de hábitos con los que yo resueno totalmente. Me resulta muy difícil pensar en traders exitosos que no tengan estos hábitos bien puestos.
Obviamente, después hay individualidades y hay personas que muchas veces se pueden cegar persiguiendo el lujo o persiguiendo el dinero por el dinero, tal vez para paliar historias que ellos tuvieron en su infancia sobre las que no han reflexionado. Y esto les puede perder, ¿no? Pero, por lo general, me alineo muy bien con las personas que hacen trading, aunque vengan de culturas distintas, de sectores diferentes, de orígenes distintos o a niveles de formación que no sean los mismos. Suele haber ahí un alineamiento en valores.
Y en esta trayectoria, sé que eres formador, tienes ya tiempo formando. ¿Cómo has visto la evolución de las personas cuando están comenzando? ¿Cuándo te das cuenta de que esta persona probablemente no va a seguir? ¿Hay algunas cosas que tú veas, algunos patrones que se repitan en este tipo de personalidad? Cuando ves un prospecto y dices «mira, a esta persona le veo potencial para trader», ¿cómo ha sido esa experiencia?
Es una pregunta muy interesante. Realmente sí: cualquier cosa que hacemos habla de nosotros. Cómo tengas tu vehículo, tu coche, el estado en el que lo tengas —si lo tienes cuidado, si lo tienes limpio, si lo tienes ordenado, o si lo tienes descuidado, sucio, de cualquier manera—, eso habla de ti. La manera como tú dispones tu entorno, cómo tienes el armario de la ropa, la forma en que lo tengas, y la manera en cómo te acercas a cualquier cosa: cómo cocinas, cómo comes, cómo tratas a las demás personas… A una persona que está, por ejemplo, sirviéndote en un restaurante, un camarero, ¿cuál es tu relación ahí? Todo eso refleja una forma de ser.
Si alguien se acerca a este proyecto pero es absolutamente desordenado, si es incapaz de ser consistente, si no puede tomar decisiones por sí mismo, si necesita ayuda porque le has dado información pero no se ha leído esa información… Digamos que hay algunas características que, ya de entrada, están lastrando la capacidad de que alguien sea exitoso.
Es evidente que, en la misma línea de meta, vienen personas que tienen la cabeza muy bien amueblada y personas que tienen vidas, fuera del mercado, muy desordenadas, muy desorganizadas, con grandes problemas. Entonces, aunque estemos en la misma línea, no estamos todos en las mismas condiciones. Todas las personas pueden aspirar lícitamente a ganar la consistencia y todos deberíamos, si nos gusta esto, darnos la oportunidad de luchar por este proyecto. Pero hay un precio en disciplina que uno tiene que pagar. No hay un secreto que te permita, con dinero, comprarlo y se acabó.
Hay un conjunto de conocimientos y de habilidades que necesitas adquirir y después el camino lo tienes que recorrer tú, y esto no lo puedes comprar. Lo tienes que hacer tomando la decisión de actuar a favor de tu mejor interés cada vez, cada día, en todos los escenarios, en todos los momentos.
Hay personas que están muy cerca de actuar así porque tienen un cierto control sobre otros aspectos de su vida. Hay personas cuyas circunstancias son muy diferentes, que vienen de entornos a lo mejor muy desfavorecidos o con familias muy desestructuradas o con grandes retos en su día a día. Para estas personas, ser consistentes es muchísimo más difícil.
Totalmente. Y pienso —bueno, lo he vivido— que si tienes pensamientos o conductas autodestructivas, esto te va a jugar en contra muchísimo. Por lo menos, leí un libro una vez sobre trading de un psiquiatra —probablemente lo hayas leído— Vivir del trading, y él es psiquiatra y trader. Y él habla comparando el tema de las emociones. Él fue a una reunión de Alcohólicos Anónimos, ¿correcto? Y en estas reuniones él decía: «Bueno, yo no soy alcohólico, pero soy un perdedor anónimo». Y él comparó el cómo entrar en este círculo de personas con adicciones o que son autodestructivas, porque la autodestrucción es, para mí, una enfermedad que probablemente tiene la mayoría de las personas: es la parte donde está el ego, el subconsciente.
Y esto depende de lo que tú estás hablando: de la familia de donde vienes, del entorno, de todos los traumas que has vivido. Y me parece muy interesante que este psiquiatra dice que, al momento de que tú sabes: «Mira, sí, tengo una tendencia autodestructiva a las pérdidas», porque si tú estás perdiendo más de lo que sabías que ibas a perder, te estás autodestruyendo.
No sé cómo ves este panorama, si lo has visto en alguno de tus alumnos o lo viviste, o qué nos puedes compartir acerca de esto.
Estoy totalmente alineado con lo que comparte este autor, que es Alexander Elder. Efectivamente, hay un paralelismo directo entre estos mecanismos de autodestrucción que pueden suceder en otras áreas y lo que sucede frente a la pantalla.
Si yo tengo este driver que me lleva a la autodestrucción, voy a comer mal, voy a operar mal, me voy a relacionar mal con los demás, voy a tener expectativas muy poco ajustadas sobre qué me es posible lograr; voy a permanecer en bucles de comportamientos que aparentemente van a moverme hacia conseguir mis objetivos, pero que en realidad me van a mantener atrapado en un bucle de dolor.
Desgraciadamente, esto es, en mi experiencia, muy habitual. Hay muchas personas que tienen historias personales, yo diría, subconscientes —es decir, sobre las que no han reflexionado porque no están aparentemente aquí—, que les llevan a tomar decisiones autodestructivas. ¿Por qué? Hay situaciones diferentes que pueden explicar por qué alguien se autodestruye.
Lo importante, desde mi punto de vista, es cómo generar para estas personas la opción de abandonar. Si no eres capaz de transformarte, abandona este proyecto, porque te vas a destrozar a ti, vas a destrozar a tu familia y no vas a conseguirlo. O cámbiate. Cámbiate.
¿Cómo generamos un cambio para que una persona que tiene una tendencia subconsciente a tomar malas decisiones, digámoslo así, pueda librarse de esta necesidad?
Cuando una persona viene y dice que tiene el objetivo de poder hacer crecer su capital, entiende que tiene que haber una preparación y un entrenamiento para desarrollar la habilidad. Cuando aprende un procedimiento operativo que tiene una ventaja estadística evidente, cuando hay datos que soportan que, si hace lo que está establecido en su trading plan, va a ganar —y va a ganar mucho, porque va a poder escalar resultados—, y no obstante, cuando esta persona está en el mercado, la mayoría de las decisiones que toma acaban destrozando sus resultados y él no puede señalar ninguna otra variable…
Porque lo que solemos hacer las personas cuando tenemos un resultado que es distinto del que queremos es buscar una explicación fuera. Nos cuesta mucho decir: «Yo soy el responsable de lo que logro». Es «son los demás», es el jefe, es la empresa, es el sector, es la política. En el mundo del trading, uno dice: «Son los mercados, es Donald Trump, me falta un ordenador suficientemente potente, necesito más pantallas, el broker me cobra, tengo slippage…». Siempre hay excusas.
Pero, cuando todas estas excusas se agotan, entonces el trader tiene que mirarse al espejo y decir: «Mi falta de resultados es directamente responsable de las decisiones que yo tomo». Luego, por un lado digo que quiero conseguir que mi capital crezca y vivir del trading, pero por otro lado lo que estoy haciendo parece que vaya a satisfacer una agenda oculta.
Entonces, no solamente hay que saberlo, hay que ser capaz de generar un tipo de trabajo específico para que, cuando uno asume que se está autodestruyendo, esté en condiciones o de abandonar —y dejarlo ya—, o de cambiar —y cambiar ya—. ¿Y cómo lo haces específicamente para que alguien que se autodestruye de forma subconsciente, porque responde a patrones que aprendió vete a saber tú cuándo y los va perpetuando, pueda verlo y, sobre todo, cómo lo haces para facilitar el cambio?
Si no lo consigues, esta persona seguirá en este bucle autodestructivo hasta que el dolor sea suficientemente grande como para que abandone, o quiebre a nivel financiero y no pueda seguir, o diga: «Tengo que cambiarme a mí mismo».
Totalmente, totalmente. Yo pasé por eso bien completo. O sea, yo caí en el bucle. No todos caen así, pero yo sí tenía una tendencia autodestructiva que me di cuenta, y por eso fue que pasé 6 años en eso y me di cuenta: «Anthony, ya no. Yo ya sé que tengo que cambiar esto. Sé que los únicos responsable somos nosotros».
Porque me leí todos los libros de psicología de trading que podía haber leído, sabía exactamente qué era, y llega un momento en que dices: «Mira, ya está». Y eso sí me lo recuerdo: yo dije «ya tengo 6 años en este negocio, ya por lo menos sé todo lo que tengo que hacer». Yo documento, yo soy sumamente disciplinado en todo: yo documento, sabía cuáles eran mis horas, cuáles eran mis activos. Ahorita yo estoy haciendo nada más Nasdaq, pero en ese momento hacía acciones. Sabía cuáles eran mis acciones que me daban dinero, sabía cuáles eran mis probabilidades, sabía todo… pero me faltaba eso.
Y, bueno, es algo que creo que, para poder sanarlo, te tiene que pasar —en el caso de que seas una persona con tendencia autodestructiva—. No todo el mundo pasa por eso, cada quien tiene distintas formas de llevar esto, pero en mi experiencia fue así. Y creo que el trading sí te puede ayudar si buscas las personas correctas, te rodeas del entorno correcto.
No sé si en tus comienzos, Vicens, te pasó, pero muchas personas… «¿Por qué pierdes el tiempo en eso?». Porque yo ya tenía éxito en otros negocios. «¿Por qué pierdes el tiempo en eso, si eso lo que hace es hacerte perder?». Yo seguía ahí. Yo sabía que había una tendencia, sabía, pero yo decía: «Yo lo voy a lograr. Sé que lo voy a lograr, sé que tengo lo necesario». Y pasé por ese bucle.
No sé si has pasado o has escuchado historias de que, por lo menos, familiares, la pareja: «¿Por qué sigues allí?». ¿Cómo has lidiado —si te pasó o te ha pasado con alumnos—? ¿Qué les recomiendas a estas personas que estén pasando por ese tipo de emociones?
Sí. Sin duda te diría que las personas con las que pasas tiempo te influyen muchísimo más de lo que uno suele creer. Que los resultados de las personas con las que pasas tiempo probablemente acaben promediando los resultados que tú logres.
Si te rodeas de personas que confían, que tienen un mindset de crecimiento, orientadas a la acción, a resolver problemas, tú vas a orientarte a la acción probablemente y vas a resolver problemas. Si te rodeas de personas pesimistas, de personas que ya han dimitido de la vida, de personas negativas, van a acabar mordiéndote la confianza.
El trading ya es suficientemente difícil en sí mismo: exigente, complejo, como para que tu entorno te ponga palos extras en las ruedas. Entonces, si tienes la suerte —porque muchas veces es cuestión de suerte— de que tu pareja o de que tu familia confíe en ti y te apoye ciegamente, aunque no comprendan por qué dedicas tantas horas o por qué sufres o por qué no lo logras… Si tienes la suerte de que tienes esto en tu entorno, tienes un activo valiosísimo que tienes que cuidar, porque esto vale oro.
Si tienes personas tóxicas a tu alrededor, o personas que no confían en ellas mismas y, por lo tanto, ponen en duda cualquier intento de salir de la caja que puedas intentar hacer tú, esto te va a ir drenando energía. Porque ya tienes el reto del trading. Entonces estás teniendo, sobre el reto del trading, un conjunto extra de retos.
Yo sí diría: no abandones a tus amigos, porque a lo mejor los lazos que tenéis van más allá del tema del trading, a lo mejor son lazos históricos. Pero pregúntate, pon ahí tu foco de atención: enriquece tu entorno con personas que compensen tu entorno, para que no te encuentres con luchas innecesarias, con batallas innecesarias.
Muchas veces cuesta, porque las personas —nuestras parejas, nuestras familias— tal vez no entienden el potencial que tiene esto. Tampoco a lo mejor entienden, o a lo mejor nosotros tampoco entendemos, el tiempo que esto nos va a llevar. Pero es verdad que el trading es una de las pocas actividades cuyos resultados crecen de forma exponencial. Una persona con unos recursos modestos, siendo un trader consistente, puede hacer crecer mucho un capital. Y esto puede ser muy rápido: no es un tema lineal, es un tema parabólico, es un tema exponencial.
Las personas de fuera del sector del trading no entienden que tú puedes estar un mes y otro mes y otro mes y otro mes, o un año y otro año, sin resultados, pero que llega un punto en que, cuando has conseguido el control sobre ti mismo, a partir de ese punto de ruptura los resultados se van a disparar.
Si tú puedes, pedagógicamente, informar de qué te lleva a perseguir este proyecto, o puedes dedicar tiempo para asegurarte de que la gente de tu entorno te apoya, me parece muy valioso. Y si puedes librarte de todas las personas que te ponen palos, también me parece importante considerarlo.
Sí, Vicens. Para terminar, nos gustaría que nos compartieras, por lo menos, cuáles son esas emociones específicas —positivas y negativas—, como por ejemplo, en mi caso: yo soy una persona con mucha esperanza en la vida, mucha esperanza, pero en el trading la esperanza me ha jugado una parte negativa. Entonces, ¿cuáles, para ti, han sido esas emociones clave, tanto positivas como negativas, de las que tienes que tener cuidado y aquellas que te acompañan y que tú das como valores que son necesarios para un trader?
Es muy interesante que me hagas esta pregunta. Fíjate que yo siempre he pensado que uno tiene que ser tenaz, perseverante, persistente. Lo que pasa es que, como trader, esta tenacidad y esta perseverancia, siendo que pueden apoyarte, también pueden levantarse como un obstáculo.
Porque si tú eres tenaz en un camino equivocado, si eres persistente generando un tipo de cambios que no son los correctos —y me estoy refiriendo a que, en vez de trabajar sobre ti mismo, estás trabajando sobre el sistema y estás, una y otra vez, con esta tenacidad y esta disciplina generando cambios hacia fuera—, eso te va a mantener atrapado en un bucle del que muy difícilmente vas a ser capaz de salir.
Luego, aunque la tenacidad, la perseverancia, la disciplina, pueden ser sumamente valiosas, uno debería antes ser capaz de autoevaluarse, ser capaz de juzgarse a sí mismo y de tener una mente ecuánime, capaz de ver lo que está sucediendo más allá de las apariencias.
Las personas que se autoconocen, las personas que vienen al mundo del trading habiendo trabajado ya sobre sus experiencias de la infancia, sobre posibles traumas, sobre todo aquello de su vida que estaba desordenado… Las personas que ya han recorrido ese camino y han empezado —o están en el trabajo— de cambiarse a sí mismas, lo tienen mucho más fácil para generar el tipo de cambios sobre sí mismas que el trading sí o sí les va a exigir.
Luego, yo diría que es muy interesante que uno desarrolle la capacidad de observarse. Yo practico hace muchos años la meditación. Mis días empiezan meditando y suelen terminar meditando. Intento meditar dos veces al día, desde hace muchos años.
Para los traders, la capacidad de observar sus procesos automáticos, en silencio, simplemente cerrando los ojos y observando qué pasa en la mente de manera automática, qué es lo que aparece como más evidente, creo que es un activo valiosísimo. Una práctica meditativa regular lo que te va a aportar es un nivel de estrés más bajo, un nivel de ansiedad más bajo, un control sobre tus respuestas emocionales —de tipo miedo, de tipo euforia— mucho más controlado. Y después te va a dar una sobriedad, una tranquilidad, una capacidad de acceder a un estado de recursos.
Es como —diría un trader— un atleta olímpico, pero de un juego mental. De la misma manera que un atleta va a hacer ejercicios de estiramiento, de fuerza, de velocidad, de coordinación, un trader debería entender que está desarrollando su actividad en un terreno mental y que hay una serie de hábitos que le van a favorecer mucho y le van a ayudar, y otros hábitos que van a ser muy destructivos.
Las emociones como el miedo, como la euforia —unas más negativas, otras aparentemente positivas—, si se activan a partir de cierto umbral, activan mecanismos cognitivos automáticos que nos llevan a tomar decisiones de defensa.
Si tengo miedo, voy a cortar una operación porque tengo un pequeño beneficio y, antes de que llegue al objetivo que está establecido en mi trading plan, voy a cortar y lo voy a hacer automáticamente, porque tengo miedo. Si me siento eufórico, voy a lanzarme a tomar una operación que está mal definida simplemente porque siento que soy imbatible. Estas emociones suelen activarse de manera automática.
Si una persona es capaz de observar sus procesos de pensamiento, empezará a entender que no necesita solamente leer el mercado: necesita también leerse a sí mismo. Y en la medida en que sea bueno y preciso leyendo sus propios estados emocionales, estará más alineado con lo que el mercado exige. Para mí, esto es muy, muy importante.
Totalmente, Vicens. Me recuerdo lo que hablábamos antes de que comenzáramos: que todo trader tiene cosas en común. Yo también medito; tengo como unos 8 años, casualmente, como 8 años. Y tengo 9 años probablemente en el trading; no recuerdo si empecé antes o después, pero sí debo tener ya bastantes años meditando. Y es algo que me ha ayudado: yo tengo lo que llaman TDAH, que soy hiperactivo, y me ha ayudado también a calmarme, a enfocarme, porque el TDAH suele dispersarse en cosas; eso me mantiene a mí enfocado.
De hecho, antes de este episodio yo estaba meditando un rato para estar más relajado. Y lo hago antes de mi trading al mediodía. Para mí, al mediodía hago mi pausa de 25 minutos y en la noche también. Y es algo que me ha venido muy bien: también como al mediodía, por el mercado, y en las otras cosas que yo hago. Yo trabajo desde acá, en mi oficina, en mi casa: yo agarro, hago mi pausa y tranquilamente, porque tengo el horario de Nueva York gracias a donde estoy ahorita.
Y, bueno, muchísimas gracias, Vicens, por todo esto que nos has compartido. Me gustaría que nos dijeras dónde pueden contactarte, dónde podemos seguirte las personas y qué nos podrías compartir, qué podrías decirle a esas personas que quieren ser traders y quieren comenzar: ¿cuál sería tu recomendación?
Bueno, ha sido un placer. Lo primero, me alegra mucho saber que también meditas y que te das cuenta del valor que tiene para los traders autoconocerse. Para otras personas será haciendo deporte, para otras personas será haciendo tai chi, pero este proceso de autoconocimiento es muy importante.
Yo soy el responsable del programa de formación y entrenamiento Milenio, de Trading de Futuros. Entonces, en tradingdefuturos.com allí está la información sobre qué tipo de programa de entrenamiento ofrecemos y para quién, ¿no? Esto por un lado.
Por otro lado, en el canal de YouTube de Trading de Futuros llevo publicando desde hace un montón de años vídeos en los que comparto mi experiencia en los mercados, sobre todo en temas que tienen que ver con la gestión de la respuesta emocional y la capacidad de ser disciplinado.
Y luego hay un podcast que está en Spotify, que es Tú Serás Trader, donde también comparto estas experiencias y estos aprendizajes. La intención que me mueve es que las personas que de verdad están comprometidas en darse una oportunidad para tener éxito como traders lo tengan mucho más fácil de lo que lo hemos tenido los que hemos sido más pioneros y hemos tenido que abrirnos paso en la jungla con el machete.
Por esto disponemos de estos recursos y por esto me ofrezco a intentar, siempre que puedo, ayudar a las personas que están en otra fase. Encantado de poder aportarte valor. Deseo que tengas muchísimo éxito en lo que estás emprendiendo, que este podcast sea un verdadero éxito y gozo para todo el mundo. Te veo una persona muy íntegra. Me ha encantado conocerte, de verdad.
Muchas gracias, Vicens. Y, bueno, un placer. Espero tenerte más adelante, en otra ocasión.
Muchas gracias.
Que así sea. Un abrazo muy fuerte.